En los últimos años, la palabra ajetreo ha llegado a significar cosas diferentes en la cultura estadounidense y a nivel mundial. Hace 20 y 30 años, la gente tomaba el trabajo como una forma de no perder el tiempo. Si realmente necesitabas progresar, no te quedabas ni te movías gradualmente como una tortuga para lograr tus objetivos. En lugar de eso, registraste los objetivos particulares que debías cumplir diariamente y te pusiste a trabajar de inmediato.

El ajetreo es la forma en que utilizamos nuestras peculiaridades para encontrar nuestros nuevos medios y éxitos. Encontrar nuestro camino a seguir, no copiar indiscriminadamente los logros de otros, es el camino más genuino a seguir. La prisa es el dispositivo principal del Nuevo Sueño Americano, donde reafirmamos el poder y la autoridad sobre el marco al apropiarnos de nuestras fantasías.

¿Qué es la cultura del ajetreo?

La cultura del ajetreo (como su nombre también lo indica) implica un trabajo constante. Significa dedicar la mayor parte del día a trabajar: esforzarse. No hay descanso ni tiempo en el trabajo. El trabajo se realiza en el lugar de trabajo, fuera del lugar de trabajo, en el hogar, en los restaurantes, en cualquier lugar. Es más, trabajar constantemente sobre la marcha es realmente concebible en un mundo en constante movimiento y equipado con los instrumentos para lograrlo.

Además, es una actitud, una forma de pensar y una existencia cotidiana adoptada por muchos individuos e incluso organizaciones. Cuando se habla de cultura del ajetreo , cuanto más trabaja, más elogiado es. No importa que te pierdas cenas, descansos y otras ocasiones importantes. En la cultura del ajetreo , tomarse un descanso es para los débiles. De modo que su cerebro se prepara para ser dinámico de manera constante y producir continuamente muchas ideas tras ideas.

La ventaja más significativa de la cultura del ajetreo es que no hay incertidumbre de que algo se hará. Las personas motivadas y orientadas a objetivos que intentan alcanzar la perfección están tratando de hacerlo bien sin la ayuda de nadie más, de sus supervisores y de la organización para la que trabajan. Es realmente un beneficio compartido para todos.

Según todos los indicios, esto puede parecer, de hecho, la instancia de un contenedor de tareas; sin embargo, en realidad, esta actitud reservada también se integra con la cultura del ajetreo . Los estudios han demostrado que los millennials y la Generación Z, cuando ingresan a la fuerza laboral, están más inclinados a trabajar por un propósito y satisfacción personal que por un sueldo. Aunque un salario es una recompensa, a veces el dinero no es el único motivo para el desarrollo profesional.

Los jóvenes de las nuevas generaciones y los egresados ​​de la escuela esperan adquirir habilidades atractivas que les ayuden en el futuro. Ser parte de la cultura del ajetreo implica estar continuamente en la búsqueda de formas de desarrollarse y, en ocasiones, eso significa abandonar una tarea u organización.

Sin embargo, algo que hay que recordar es mantener el profesionalismo, principalmente cuando se abandona una organización de forma constante. Esto le brinda la oportunidad para el futuro y un buen trabajo con grandes recompensas en diferentes entornos a largo plazo.